CreSer emocionalmente y mejoras tus relaciones
Las emociones son el centro de lo que significa ser una persona. La capacidad de comunicación y de expresar sus sentimientos es lo que nos hace únicos y nuestras relaciones importantes. Los sentimientos también son necesarios para vivir en felicidad, pero hay que saber reconocerlos y dominarlos, sólo de ese modo sabremos conocernos a nosotras mismas para poder interaccionar mejor con nuestro mundo.
El crecimiento de nuestra Inteligencia Emocional ayuda a fortalecer los lazos con las personas, por lo que si entendemos nuestros sentimientos de ira, frustración o de amor, y los puedes identificar correctamente y comunicarlo con eficacia a tu pareja o a las personas que te rodean podrás tener unas relaciones más saludables contigo y con los demás
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Las emociones en sociedad
Uno de los problemas con la sociedad es que parece que tener emociones es sinónimo de debilidad, ¡y nada más lejos de la realidad! Las emociones son el máximo potenciar para unir a las personas, siempre y cuando se controlen y se entiendan esas emociones. Si una persona se deja llevar por las emociones negativas, entonces probablemente las relaciones se pueden complicar en cualquier ámbito de la vida.
Acepta las emociones negativas
Las emociones negativas son también necesarias en la vida, gracias a ellas podemos entender qué nos ocurre y qué debemos cambiar a nuestro alrededor. Las emociones negativas y las positivas tienen la misma importancia en la vida de las personas. Es necesario reconocer la tristeza, la ira, las inseguridades… porque esas emociones nos ayudarán a conocernos, a ser conscientes y a superar las dificultades.
Deja el papel de víctima para siempre
Es necesario que dejes aparcado el papel de víctima para siempre puesto que no te hace ningún bien. Las emociones negativas pueden surgir por muchas razones, pero normalmente suelen estar motivadas por las acciones y las palabras que otras personas tienen hacia nosotros. El problema es que la mayoría de personas actúan y piensan sin tener en consideración los sentimientos ajenos, por lo que sentirse herida y ofendida sólo te perjudicarás a ti misma.
